Llega hasta mí tu espíritu
derramado de cielo
desramado invocándome
sin límites
ni savia
ni barro
sólo ondas sonoras armónicas con mis ejes
me alcanza y bajamos por las colinas
sobre las que construíamos tejados
de pizarra negra
llegas a mí (amor mío)
la crisálida se ofrenda a la estela que dió sombra
a tus huesos
lo dejamos todo
las casas donde nacimos
los umbrales
el musgo de las esquinas
los portones labrados carcomidos
ya nada más necesitamos
6 comentarios:
a veces con dos espíritus muy unidos es suficiente para estar y permanecer a lo largo de una eternidad... Precioso. Un saludo!
Con teneros a los dos, ya tenéis suficiente.Con vuestro amor de la mano que surqueis los mares de la felicidad y que nada enturbie vuestro dulce camino..
Precioso poema..
Besos muy cálidos y gracias por tu visita a mi orilla
Moderato, calidasirena, gracias por leerme y dejar vuestro comentario. Pero aclaro que gran parte de lo que escribo no es autobiográfico. Este poema es una variación del poema "Lo último que me queda. Lamento de un vagabundo" que podéis leer en la parte de la izquierda del blog más bien al final de la columna.
Un abrazo.
muy lindo poema
Saludos
Ezequiel
www.unarazonparavivir.com.ar
Hola Annabel.
Ideal de amor, desde luego o amor ideal, no sé
Besos
La soledad de la entrega del amor. ¿qué más queremos?
Muy bonito, annabel. Muy agradable leerte para desintoxicarse de la calima diaria.
Saludos
Publicar un comentario