30 septiembre 2008

Ya nada más necesito










Llega hasta mí tu espíritu

derramado de cielo

desramado invocándome

sin límites

ni savia

ni barro

sólo ondas sonoras armónicas con mis ejes

me alcanza y bajamos por las colinas

sobre las que construíamos tejados

de pizarra negra

llegas a mí (amor mío)

la crisálida se ofrenda a la estela que dió sombra

a tus huesos

lo dejamos todo

las casas donde nacimos

los umbrales

el musgo de las esquinas

los portones labrados carcomidos

ya nada más necesitamos


6 comentarios:

josef dijo...

a veces con dos espíritus muy unidos es suficiente para estar y permanecer a lo largo de una eternidad... Precioso. Un saludo!

CalidaSirena dijo...

Con teneros a los dos, ya tenéis suficiente.Con vuestro amor de la mano que surqueis los mares de la felicidad y que nada enturbie vuestro dulce camino..
Precioso poema..
Besos muy cálidos y gracias por tu visita a mi orilla

Annabel dijo...

Moderato, calidasirena, gracias por leerme y dejar vuestro comentario. Pero aclaro que gran parte de lo que escribo no es autobiográfico. Este poema es una variación del poema "Lo último que me queda. Lamento de un vagabundo" que podéis leer en la parte de la izquierda del blog más bien al final de la columna.

Un abrazo.

Ezequiel dijo...

muy lindo poema

Saludos
Ezequiel
www.unarazonparavivir.com.ar

Merce dijo...

Hola Annabel.
Ideal de amor, desde luego o amor ideal, no sé
Besos

Prometeo dijo...

La soledad de la entrega del amor. ¿qué más queremos?

Muy bonito, annabel. Muy agradable leerte para desintoxicarse de la calima diaria.

Saludos

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