Si te dice estoy sola, ven a casa
es porque espera que llenes
de corazones alados
los poros
que le ametrallaste.
Pero es su sino ser jirafa platónica
como la de Morábito,
y no caminarás descalzo,
sobre su piso,
para que el suelo
no creaque te gustaría quedarte.
¿Por qué me enseñaste el código
de aquello que sólo tú y yo gastamos,
de aquello que sólo tú y yo gastamos,
si todo es desierto en suspenso
en cuestión
de idioma?
Si el resto, todo el resto,
los actores secundarios,
todo el resto,
blande esos parapetos
que usan
los antidisturbios.
Si no hay poesía, no hay más poesía,
no ha encontrado más poesía
no ha encontrado más poesía
que la de vuestra sangre
oculta.
Si no hay dolor, no hay más dolor
que el de quien vive
enmudecido.
Imagen: Darren Harvey-Regan
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10 comentarios:
Annabel, vine para darte las gracias por tu visita y el comentario que me dejaste. Fue muy amable de tu parte.
Saludos.
"-¿Tú sabes por qué Jean Berbeck dejó de hablar? -le preguntó.
-Es una de las muchas cosas que no dijo nunca.
...
-Tal vez sea que la vida a veces da tales vueltas que no queda ya absolutamente nada que decir."
"Es mi sino ser jirafa platónica"Las jirafas son los animales que tienen el corazón más grande..en este caso un corazón lleno de amor, no sin miedo, no sin cautela, pero con demasiado amor.
Gracias por pasar por mi rincón poético.
Besos
He arribat ací arrel d'un comentari teu al meu blog, i t'haig de dir que m'agrada el que he trobat. Vindré sovint, si el temps i la tecnologia m'ho permet. :-)
"-Es un dolor extraño
En voz baja.
-Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca.”
Algo así es lo que vierto por el blog.
Anónimo, podrías haber firmado, ¡che!
Luna, luna y el mar, Espiadimonis, bienvenidos, sentiros como en vuestra casa y volved cuando queráis. :))
agradezco el paso por mi blog.
más agradezco estas líneas tuyas.
saludos
De nada, ozelotl.
Ya conoces el camino, vuelve cuando quieras, estaré encantada de recibirte.
Que bello poema. Florecido.
Saludos, Mabel.
http://ebelina.blogspot.com
Los últimos seis versos me han dejado sin aliento... He leído el poema escuchando a Manuel Molina, de Lole y Manuel. Ay las raíces...
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