Esta siesta de julio sólo piensa en bucear tu nombre y su savia.
Este trance que lía entre sus muslos la penumbra improbable de tu sombra
en sus arcos tibios...
y difunde haces de luz
sorteando sus tobillos adornados.
Trae el sopor de las cuatro de la tarde el microclima de tu esencia,
y los nervios más ocultos forman cáliz,
que se ofrenda,
como flor tropical estallando en la boira de una costa selvática.
Esta siesta de julio.
Imagen: Martin Johnson Heade
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3 comentarios:
Qué lujo poder leerte, te descubrí por casualidad y te incluí en favoritos, ahora me he enganchado. Gracias por escribir.
De nada, soy yo quien agradece tu lectura y tu comentario :)), para mí es gratificante, y mucho, recibir las impresiones que causan mis versos.
Lo que me cuentas le hace mucho bien a esta principiante en la mitad de la vida.
Un beso.
Annabel.
el microclima de tu esencia...
que maravilla.
besos
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